Conseguir metas muchas veces depende más de la organización del tiempo que de las capacidades desarrolladas
Cuando de niños teníamos que cumplir con las tareas, muchos tuvimos la oportunidad de comprender la importancia de la responsabilidad. No podíamos ir a la escuela sin haberlas hecho, era muy vergonzoso pensar en que en algún momento alguien pudiera decirnos que éramos malos alumnos. Si había algo que importaba era no quedar como un irresponsable, como un mal ejemplo.
Las condiciones en los 80´s no fueron siempre las mejores, toda vez que eran frecuentes los cortes de luz y los problemas económicos en esa época realmente crítica para nuestro país eran lo común. Sin embargo, pudimos asimilar todo y entender el porqué de tener que estudiar y ser responsables.
En la vida escolar, llegando a casa se almorzaba y ni bien uno se cambiaba el uniforme empezaba con las tareas. Cada hora uno se levantaba y tomaba algo o veía un poco de TV, para luego regresar de lleno a las labores académicas. Usualmente cumplíamos un horario que habíamos hecho cada uno para el tiempo en casa. A las 6pm ya habíamos terminado de hacer todas las tareas. Realmente no costaba mucho sentarse a realizarlas, ya que habíamos logrado comprender la importancia de estudiar y agarrar un hábito de estudio. La predisposición la teníamos, y no por imposición sino por convencimiento propio.
La realización personal desde niño nos importó. Tal vez no sabíamos qué era, pero sí sentíamos que siempre debíamos ser lo mejor que pudiéramos ser.
Así tal cual somos cuando impartimos clases de matemáticas. Damos lo mejor de nosotros.
Pedro Heredia
Coordinador General
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